Las comunas de Marchigüe, Pichilemu, La Estrella, Pumanque, Paredones, Lolol y Navidad, recibirán un apoyo económico de más de 7 mil millones de pesos para enfrentar el impacto del cambio climático.
Los recursos provienen desde el Fondo de Adaptación al Cambio Climático de las Naciones Unidas establecido para financiar proyectos y programas concretos de adaptación en países que son parte del Protocolo de Kioto.
“En Chile es primera vez que se obtiene un financiamiento de este tipo”, señala el Subsecretario de Agricultura José Guajardo Reyes.
Estas comunas rurales de la región de O’Higgins han sufrido escasez de agua, erosión y otros problemas, sobre todo en los pequeños productores agrícolas, que no tienen recursos para enfrentarlos.
De ahí la importancia de la iniciativa y del monto obtenido, que supera los $7.182 millones de pesos.
El Subsecretario de Agricultura José Guajardo Reyes, informó que “una de las primeras cosas que se hicieron fue instalar colectores de aguas de lluvia e invernaderos para usar el agua de forma eficiente, producir para vender y también para el autoconsumo de pequeños agricultores”, señala Guajardo.
Hasta la fecha se han construido 412 cosechadores de aguas lluvias, los que han beneficiado a más de 500 familias.
Entre las soluciones aplicadas, está la captación desde los techos de las casas del agua de lluvia y de invernaderos, para conducirla por canaletas y tuberías hasta un estanque acumulador. El agua acumulada se utiliza para producir hortalizas en huertas al aire libre o bajo invernadero, utilizando riego por goteo, que es más eficiente en el uso del recurso.
Adquisición de maquinarias
Otra de las inversiones realizadas fue la adquisición de maquinaria agrícola moderna para el mejoramiento del suelo, aumentando su fertilidad, así como la productividad de los cultivos y el uso eficiente del agua mediante una mejor infiltración.
En este caso se invirtieron 636 millones de pesos para comprar tractores, sembradoras abonadoras de trigo, rastras aradoras, carros distribuidores de abono, pulverizadores, enfardadoras prismáticas y arados subsoladores, entre otros.
Además, se trabajó en el mejoramiento de la masa ovina con la integración de carneros y ovejas con mejoras genéticas, con el objetivo de manejar eficientemente la masa de ganado según la disponibilidad hídrica y de alimento.
En relación con la apicultura, se entregó asistencia técnica, inversiones en material genético y control de plagas.
“Después de las inversiones y capacitaciones que se han realizado, se nota un cambio cultural en los beneficiarios y sus familias, ya que hoy valoran más el uso del agua y los suelos. Tomaron mayor conciencia de que es un recurso escaso, que el cambio climático existe y que debemos adaptarnos a eso”, explicó el director ejecutivo del proyecto, René Machuca.
En el proyecto participaron la Agencia Chilena de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AGCID), el Ministerio de Agricultura, el Ministerio del Medio Ambiente y el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA).