El pronóstico estacional para América Latina que elabora el Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño (CIIFEN), anuncia que durante los próximos tres meses “se esperan en promedio temperaturas mínimas y máximas sobre lo normal en la zona central de Chile.
Esto implica que podríamos tener altas temperaturas durante el día, con valores máximos elevados, y además noches más cálidas a lo que estamos acostumbrados”, explica la docente de la Escuela de Ciencias Agroalimentarias, Animales y Ambientales (ECA3) de la Universidad de O’Higgins (UOH), Viviana Tudela.
Estas temperaturas por sobre lo normal implican –según la docente- una posible aceleración en el desarrollo de los cultivos, lo que podría también adelantar cosechas, “por lo que se requiere estar muy atentos al momento en que se alcanza la madurez de cosecha para planificar la labor con una anticipación aceptable”.
El alza de temperaturas también es sinónimo de incremento de la demanda hídrica. “Los cultivos más sensibles a esta situación son las hortalizas de arraigamiento superficial, dado que la atmósfera extrae el agua con mayor facilidad desde los primeros centímetros del suelo donde se ubican las raíces de estas especies.