La Primera Sala de la Corte de Apelaciones de Rancagua validó, que la municipalidad  objetó renovar las patentes comerciales a un grupo de dueños de casinos informales, dado que no cumplen con las exigencias que establece la normativa que regula la  actividad.  

De acuerdo al dictamen los recurrentes deben  con un certificado emitido por la Superintendencia de Casinos y Juegos, “instrumento que permitiría establecer si las máquinas que se encuentran al interior de los respectivos negocios eran de azar o destreza”.
 
El fallo contundente dio  cuenta que “quien no cuente con la certificación de la Superintendencia de Casinos, no puede explotar ni con patente municipal, máquinas tragamonedas, aparatos del tipo casino ni “de beneficio programado” bajo el giro de “Habilidad y Destreza”, o el que sea, o  se le denomine”.

Corte de Apelaciones de Rancagua, falló a favor de Municipalidad de San Fernando en caso máquinas tragamonedas.