En su etapa final se encuentra la remodelación de la Plaza de Cáhuil, proyecto que mejora significativamente la calidad de vida los habitantes, ya que se rescata un espacio emblemático, con paisajismo, juegos, una hermosa terraza y moderno equipamiento.

La remodelación incluye una escultura realizada por la artista Macarena Irarrázaval, gracias a la donación del vecino Juan Gaete Becerra, que representa un Caballito de mar.

Según cuenta la historia local, es un potrillo encantado que proporcionó abundantes redadas de mariscos y peces suficientes para que la comunidad llevara una vida sin apremios en abundancia y felicidad.

En Pichilemu: Ya en etapa final mejoramiento de la plaza de Cáhuil